Llorar
A veces lloramos por una pérdida, otras de alegría. Pero ahí en el limbo quedan las lágrimas que sueltas sin sentido, y que el sentido corre por tus mejillas hasta el suelo. Que desaparece en el aire y no vuelve hasta la calma. Que cuando llegue te hace recapacitar y unir fuerzas contra esa angustia. Aquella que te quiebra y te aplasta en miles de granos de esperanza. Esa que con la edad se pierde y uno espera encontrar, a la que en su búsqueda nos aferramos a cualquier cosa, con tan solo de poder respirar hondo de nuevo. Se que te mueves con facilidad entre la gente, eso nos pasa cuando no queremos ser vistos pero cuando necesitamos compañía acabamos siendo tan invisibles que no la encontramos, esa compañía que algún día rechazamos ahora nos choca de frente su falta. Pero somos fuertes y valientes y no pasa nada por caerse porque las curvas y los baches son hermosos, el relieve hace al planeta distinto. Son las montañas las que esconden ríos y lagos y maravillosos paisajes tras ellas,